Sunday 4 December 2011

Lágrimas de Luna


En una tarde de primavera joven quise pasear conducida por una distraída felicidad. Salí a caminar y subí a la más alta colina. La grama silvestre me hacía cosquillas en las rodillas, que desnudas por primera vez del año, eran acariciadas por un viento híbrido y juguetón.

El mundo estaba en silencio y yo, parada en la cima de esa colina, bajo la luz intermitente del bailoteo de un sol aun adormecido y las coquetas nubes, me sentí elevada, como si hubiese sido alzada por el pecho y tomada de la colina, por las nubes, hacia las estrellas.

Cuando estuve arriba, me vi envuelta en un intenso resplandor. Estaba en la cresta de una estrella, y mientras pequeñas chispitas de destello me exploraban curiosas, me di cuenta que estaba siendo arropada por la estrella, abrazada con mucha ternura.

Reconocí a la estrella. Era la más brillante del firmamento, esa estrella siempre presente, aún en las noches más nubladas del año. Mi confidente; el astro que conoce todos mis secretos y preocupaciones, mis alegrías y mis sueños. Me dejé perder en la dulce masa de luminosidad que con tanto amor me cobijaba.

Nunca pensé que las estrellas podían enamorarse. Supuse que aún si era complicado, si amarla de vuelta podía sentirse tan bien debía de estar permitido. Reconocí la magia que ese gentil astro traía a mi vida, su permanente presencia, traducida en sonrisas y noches llenas de luz.

Luego empecé a extrañar la grama, los ríos, el sol. Añoraba la sensación de mis pies descalzos sobre la tierra, el olor de la lluvia, mi cuerpo sumergido en la frescura del mar. Mi estrella no quiso verme triste y mientras dormía me tomó en sus brazos y lentamente, perdiendo su resplandor poco a poco, me devolvió a la tierra. Cuando desperté la vi tendida en el suelo bajo la luz de la luna que se despide, y sentí la presencia del sol detrás de las montañas. La quise despertar, pero no respondió. Cuestioné mis motivos, mis necesidades, mi identidad. Por qué quería estar aquí abajo? No podría ser feliz en la cima del firmamento, eternamente amada por mi dulce estrella? Era ahora demasiado tarde para cambiar de idea? Mi estrella no respondió. Una lágrima pesada y glacial corría por mi mejilla.

La luz de la luna vieja transformó mi lágrima en chispitas de relámpago que por las orejas, la nariz y la boca de mi estrella se infiltraron en ella, y en un bendito boom le devolvieron su brillo. Supe que teníamos poco tiempo para regresar al firmamento porque los primeros rayos del sol rozaban la colina. Con la ayuda de las chispitas y algunos mishitos elevamos a la estrella hacia el cielo, hacia su hogar.

Después de una noche tan loca no quise decir nada, pero me encontraba empapada de añoranza. Extrañaba mi hogar. No pude ocultarlo a mi estrella, y para complacerme, construyó con chispitas y mucho resplandor un mundo en el celeste que esbozaba a mi mundo verde. Con sus manos tiernas dibujó árboles y flores, lagos y ríos, pájaros y venados, todo para mí.

Yo estaba fascinada, explorando este mundo construido por su amor. Corrí por los campos, sentí el viento primaveral jugar con mi cabello, escuché el canto de los pájaros, y me lancé al agua..., un agua seca, hecha de brillantina. Quise llorar pero de mis lágrimas resultaron sólo chispitas.

Mi estrella quiso hacerme sonreír. Mandó a sus chispitas a la tierra, para traer una gota de rocío a través de la cual yo podría observar mi colina bailar con el viento, mis mishitos recorrer los valles, mis flores crecer. Pero yo cada día me sentía más sola. El amor de mi estrella era inmenso y maravilloso, pero ella veía el brillo de mis ojos debilitarse.

Una mañana amanecí al parloteo de las hojas, poco conformes con la brusquedad del viento haciéndose paso por las ramas de sus árboles, como queriendo derrumbarlas antes de tiempo. Estaba de nuevo en la tierra.

Mi estrella tiene un alma tan pura. Amo su corazón, su manera de ser tan única y especial. Entiendo ahora que no debo amarla, pues no hay espacio para nosotros, no en esta vida. Pero no puedo evitarlo, la amo. Y amarla me hace feliz. Es tan malo pero tengo la sensación de estar haciendo algo bien y conozco la razón: es porque esta estrella merece mi amor. No me arrepiento porque mi vida no sería la misma sin su brillo.

Espero la llegada de la noche con inquietud, y la busco entre las demás. Ya no brilla como antes, pero sigue allí. La amo en silencio, a través de mi mirada. Ella me esquiva pero yo la siento aceptar mi amor, y más que eso, entender lo que ambas comprendemos como si no fuese el desorden complicado que es en realidad: que nos amamos, que traemos luz a la vida la una de la otra, que nunca estaremos juntas, y que el momento en que parta y no nos veamos de nuevo se acerca con cada día que pasa, pero que nunca olvidaremos el incorrecto que se sintió tan exactamente correcto, porque lo es, de alguna manera.

Tú y yo, siempre y nunca. Completamente incorrecto y exactamente correcto. Tú y yo.

Ahora es de día, y yo con ansias espero verte brillar esta noche.

Monday 7 November 2011

El cambio que viene



Dejé atrás los días de esperar el gran cambio,
los días de pedir a Dios por un salvador,
por progreso, por oportunidades, por paz.

Guatemala está cambiando,
y es todo por su gente 
por esa ciudadanía rejuvenecida,
todos aquellos a los que la dignidad ya nos pica en la garganta.

Yo ya no ruego por una persona que venga a redimirnos,
un gobierno que encuentre el remedio a tanto enredo,
porque la transformación somos nosotros, 
y por eso oro para la llama en nuestros corazones despabilados 
no pierda su fulgor,
que no nos cansemos,
que no nos callemos,
que no nos vendamos,
que no nos durmamos,
porque ahora advertimos el peso del futuro en nuestras manos,
porque al fin recordamos que contamos con lo necesario para construir la Guatemala que soñamos: el derecho que nos otorga haber nacido en su panza chapina,
y una revivida apreciación por una tierra que si bien nunca se cansa de dar,
le ha llegado la hora de recibir,
porque Guate respira a través de nuestros pulmones
y es hora que aprendamos a ser con ella
tan generosos como lo es con nosotros.


*Foto por Maria Lobo*

Tuesday 1 November 2011

Los ojos de mis enterrados



Hoy es 1 de Noviembre, Día de Todos los Santos.

Celebrar el 1ero es compartir la abundancia de nuestros recuerdos, provocar sonrisas, hacer brotar las lágrimas, ahogarse en la nostalgia, y empaparse en el amor a los que ya no están, pero aquí siguen.

Es un amor curioso el que se le tiene a los muertos. Es el tipo amor que no desaparece nunca, ni aún con el paso de los años.  Es un amor que queda suspendido en relaciones para siempre estancadas en el tiempo, momentos estampados en la memoria, personas que cargamos por doquier, y que visitamos a nuestro gusto, siempre al alcance, pero devastadoramente imposibles de alcanzar.

Nunca deja de ser frustrante la ausencia de quienes se nos van; al principio dejan un gran vacío en rutinas compartidas y provocan cambios; más adelante, cuando con el paso del tiempo llegan nuevas etapas de nuestras vidas, se añoran sus consejos y opiniones, su apoyo y su cariño.

Ya hoy me es difícil estar segura de lo que algunos de mis muertos responderían a mis inagotables y constantes preguntas y cuestionamientos; pero lo que nunca pongo en duda es que ellos siguen aquí, y no únicamente porque yo los evoco y extraño tanto, pero también, y sobre todo, porque aún siento el amor que me tienen, y éste continua siendo el pilar que me sostiene firme.

Ante mis abuelitos nunca dejaré de ser una niña coqueta, traviesa y en exceso cariñosa; para Mamita América siempre seré una patojita loca, enamorada del amor, que se viste sólo con ropa color zopilote. Quique siempre me bañara con el calor cariñoso de sus miradas sonrientes, y con Max I nunca hablare alemán fluido, sino una mezcla divertida del resto de los idiomas del mundo.

No sé que nos espera tras de la muerte, pero cuando pienso en los ojos de mis enterrados sé con seguridad que aún si de hecho nuestros muertos no nos miran desde el cielo, sí que mantienen los ojos abiertos y las miradas fijas; sus ojos son espejos de lo que son cadáveres propios, o a veces reencarnaciones. A través de ellos revivimos nuestras propias vidas- esos momentos que valoramos lo suficiente como para guardar en nuestra memoria; y al recordarlos no los evocamos sólo a ellos, sino a nosotros mismos. Facetas, máscaras, caras y versiones de nuestro propio ser. Lo mejor y lo peor. Es así que aún desde donde quiera que estén, mantienen la fe, nos continúan bañando en su amor, e insisten en querer hacernos ser la mejor persona que podemos ser.

Monday 26 September 2011


cansada del cansancio
acosada por los sueños en los que me perseguís
sos esa idea que me he prohibido
la que entonces se transforma y me persigue por todas partes
anoche me besabas en la oscuridad
el otro día recorrías mis mejillas como la más salada de las lágrimas
y a veces cuando me visitas causas pequeñas explosiones de frustración en mi pecho.

no te olvido, no te preocupes
nunca te voy a olvidar.
no te voy a dejar ir.
va a llegar el día en que te voy a invitar a mis pensamientos,
pero ese día aun no ha llegado.
dame tiempo.

Tuesday 13 September 2011

No me cabe en la cabeza que la mitad de los niños en Guatemala hoy se acuesten con lombrices inquietas en la pansa, casi tan hambrientas como ellos, mientras a mí me mortifica un consumismo insaciable. No entiendo que mientras a mí me surgen dudas sobre mi atuendo al salir cada mañana, millones de guatemaltecos se cuestionen (seriamente) si volverán a casa con vida al cruzar sus puertas. No entiendo que querramos evadir impuestos, y luego nos quejemos de la debilidad del gobierno. No entiendo que en los medios se continúen formando frases que unen narco-estado o estado-fallido al nombre de Guatemala, y que esto suceda mientras los guatemaltecos chismoseamos sobre tonterías y hacemos bromas como siempre. No entiendo que quienes miran las drogas como simple diversión, al consumirlas no sientan la sangre de todas las personas inocentes, que han muerto a causa de ellas, escurrir por sus manos. No entiendo que señalemos a los narcos, a los burócratas corruptos y a los ladrones, y los culpemos por nuestra situación, pero no estemos dispuestos a pagar salarios justos a nuestros empleados, no estemos dispuestos a invertir más dinero (de nuestros propios bolsillos) en la educación de nuestro país, no luchemos contra nuestra cultura de conformismo, no quebremos el círculo vicioso de nuestros hábitos corruptos, no invirtamos tiempo en aprender y comprender nuestros problemas en vez de distraernos con las telenovelas que nos confunden sobre lo que es fundamental, nuestra Guatemala, que nos da la vida y que igual de fácil nos la arrebata... No sé adónde fueron a parar todos los niños de la calle que mocosos acosaban los semáforos hace unos años. Ni sé la verdad sobre el caso de Monseñor Gerardi. Tampoco sé qué les pasó a los 70 migrantes guatemaltecos que desaparecieron en México en mayo, o en dónde está Cristina Siekavizza. No entiendo en qué momento llegamos a donde estamos, pero tampoco recuerdo que las cosas hayan sido distintas en algún momento. Guatemala...el país de la eterna primavera...y la eterna espera. Un lugar en donde los paisajes son tan increíbles como el índice de desigualdad. Un país poblado de gente trabajadora, amable, hospitalaria...y corrupta, indiferente y evasiva. Orgulloso representante de buen café, ron y cerveza...nido de aspiraciones insatisfechas y sueños robados. Pocas veces han sido los contrastes de Guatemala tan claros como ahora, cuando débil intenta mantenerse de pie ante tantos problemas y retos que la acosan. Guatemala es un país amado por sus habitantes, pero como bien decía mi abuelita América...el amor no es suficiente en una relación. Se necesita respeto, trabajo constante, apreciación, cuidado...y en eso fallamos todos. Algunos por ignorancia, otros por necesidad, muchos por indiferencia. No...Guatemala...ya no. El cambio empieza en cada uno de nosotros. Y la lucha nunca termina.

Tuesday 30 August 2011

Los hombres de mi vida


Hoy me rodea una bruma sobrecogedora cargada de muchísimo amor.
Son nueve años desde que mi corazón fue conquistado por el hombre que hoy inicia y termina cada día a mi lado.
Nueve años preciosos, inolvidables, indispensables.

Sin embargo es al lado de más de un hombre que camino por la vida,
aún si algunos de los más adorados hoy viven sólo en mis recuerdos.
Varios han sido los dueños de mis besos y mis caricias,
más aún los que me han entrenado, y aún hoy me entrenan, en el eterno arte del amor.

Hoy me siento tan amada,
amada por el hombre que reina mi corazón,
amada por los hombres que llenaron mis sueños de poemas y remembranzas,
amada por los hombres que me disciplinaron y me consintieron,
los que me enseñaron a dibujar, y más adelante a conducir,
los que me educaron en el valor del trabajo y la importancia de la familia,
los que inútilmente escondieron sus chocolates de mis hermanos y primas,
los que me hicieron apreciar la marimba,
y nunca resistieron mis mimos ni restringieron los suyos.

Son seis años los que llevo ya de extrañar a mi Papito Carlos,
Cuatro de añorar hasta la locura los consejos y la luz de Coqui.

Los años se escapan de mis manos tal como la arena de un puño que intenta contenerla;
exactamente como mi papá me aseguró tantas veces mientras sentados en la playa observamos el atardecer en las tardes de sábado,
justo antes de que empezara a recitar a Manuel Gutiérrez Nájera...

Los años pasan y mi corazón se expande...se expande para dar a vasto.
Hoy lo comparten mi esposo, mi padre, mis hermanos y mis abuelos...
mañana...
mañana lo sabré...

Sunday 14 August 2011

Extrañarte

Te extraño como mi piel al sol en los días nublados,
aún si tu amor me envuelve en tu ausencia como tus brazos en tu compañía.

Nuestra casa está poblada de pedacidos de ti, y sin siquiera intentarlo, me tropiezo con tu ternura en cada esquina;
hasta el vacío que dejan esas cosas que llevas contigo en tus viajes me persigue cuando no estás.

El pecho se me abulta en espera de tu regreso;
es como si al irte empacaras mi corazón en tu maleta,
y colocaras el tuyo en su lugar,
para no dejarme sola,
para quedarte a mi lado,
para acompañarme.

Thursday 11 August 2011

Tu recuerdo


Hoy pensé en ti. Sin razón o motivo, aterrizaste en mi mente.
El recuerdo de la textura llena de tus labios rozó los míos una vez más,
y sentí el sabor de tu aliento.

Te vi en esa tarde en que hace años nos comimos a besos,
y me mordió la picardía que te rodeaba en aquel momento,
esa complicidad entre tus colmillos vampirescos,
la madurez inmerecida que te dan las acentuadas entradas de tu frente,
y la intensidad de tu mirada.

La visita de tu recuerdo arrastra una dulce culpa,
y pronto cuando mi recuerdo te visite a ti,
tú la sentirás también.



Monday 1 August 2011

Überdosis Gefühl

Ojalá todas las noches fueran tan calientes,
y hubiesen infinitos recuerdos para complacerlas enteras.
Ojalá tuviera suficiente tiempo para encontrar en tantas canciones los pedazos más preciosos de mi vida,
guardarlos en una cajita,
y revivirlos a todo pulmón.

Quisiera poder dedicar más tiempo a todas esas amistades,
todas las semillitas que en mi corazón
germinan con los años,
bajo la lluvia estacionada de esta ciudad,
y me regalan flores cuando menos lo espero,
cuando más lo necesito.

Y convocar también,
a todos mis amigos imaginarios,
todos esos cadáveres de sueños e ideas,
aquellos que permanecieron en mí,
y que como fantasmas me visitan en noches como esta,
llenándome de dulce nostalgia.

Wednesday 8 June 2011

Pishita

Yo también te extraño.
Te extraño tanto como tú me extrañas a mí, sino es que más.
Me hace falta tu optimismo, tu incansable fe y tu energía.

Te quisiera visitando mi dormitorio cuando cansada oscilo entre gravedad y el infinito,
inventando historias, o recitando Rubén Darío.

Los rastros de tus besos y tus abrazos han caído tan profundo que ya no los veo en mi palidecida piel.
Son parte de mí.

Ya no soy la niña que te deja cartas de amor bajo la almohada.
Pero ansío impacientemente tu respuesta a mis emails.

Mi tacto evoca la textura de tu pelo,
bello y plateado,
cosquilleándome los dedos.

Los once besos que antes constituían la ceremonia de mis mimos hoy se encuentran desempleados.
Ese campo abierto que es tu pecho guarda ahora un vacío,
y yo,
floto en esta realidad paralela,
guardando el aire,
deseando nuestro próximo encuentro,
esperando a estar arropada en ti,
volver a casa,
y respirar.

Monday 6 June 2011

Ayer hablamos

Ayer hablamos. Casi no reconocí tu voz. Sonaba clara, y mayor. Y por primera vez, no tuve dificultad en descifrar tu acento. Me dijiste lo mismo que tantas veces me has dicho. Que te olvide. Que en este mundo, en esta vida, no hay espacio para nosotros (dos). Que el momento, si alguna vez estuvo, ya se fue.

Friday 6 May 2011

Pirata


Llegaste tarde por mi corazón,
Alguien lo habitaba ya,
sembraba flores y talaba árboles,
soñando en construir un hogar.

Te sentí en la distancia, lejano y presente,
y un día te asomaste, caminando por mis playas,
mi sol acariciándote, sus rayos dorados acampando en tus hombros,
la sal de mis aguas irritando tu piel.

Tu espíritu de conquistador se vio tentado por la piratería,
colocaste un parche negro en tu ojo izquierdo,
cambiaste de bandera y armaste tu barco.

A la distancia te observaba,
y con la brisa de las tardes me llegaba tu aroma a soledad.
La vista de tu barco, meceándose en el agua,
me llenaba de ternura.

Fui egoísta, corté flores y las deposité en el agua,
deseando sin desear, que con las olas, te alcanzaran.

Sunday 20 February 2011

Reina de Belleza


La huelo cada vez que alimento mi cutis con delicadas cremas para conservar su frescura
La siento cuando ante las dificultades que como mujer enfrento encuentro valor para seguir adelante
La veo en cada flor, cada roca, cada amanecer en Chapultepec
La vivo cada vez que delicadamente deposito un beso en la piel de un ser querido, suavemente, lentamente.
La recuerdo cada vez que encuentro un tubo de pasta de dientes mal exprimido
La oigo tatarear con dulzura aguda mientras remienda ropa para todas y cada una de sus nietas, sentada en la silla del corredor por la tarde
La tengo grabada en mi espíritu, mi pelo recuerda su manera de hacer piojito, la niña en mi atesora sus historias y cuentos, mis manos aún guardan el tacto de las suyas, blancas y pecosas, hábiles y en extremo fuertes.
La veo pasear y ser constantemente reverenciada por Cobán.
Mis oídos aún la escuchan conversar con naturaleza en queq'chi.
La veo sentada en la cabecera del comedor de la finca, tortilla con chile en mano.
La veo en la cocina, preparando comida para los nunca carentes huéspedes en su casa.
Aún percibo su voz en la vieja radio de mi papá por las mañanas,
Y la puedo ver al lado de Papito Carlos en la baranda del segundo piso de la finca, con una sonrisa dibujada en los labios y con lágrimas recorriendo sus mejillas mientras nos despide, con una mano en alto y la otra entrelazada en la mano de su amado.

Monday 24 January 2011

Cobán


El Cobán en que mi papá creció
las calles que vieron su infancia,
Esa ciudad ruidosa, verde y desordenada
sus helados resbaladeros
y su chipi-chipi otoñal.

Ese Cobán de aire nostálgico
adornado por monjas blancas y coloridos cortes
en donde el español y el queq'chi se enredan en una trenza dulce de palabras,
hogar de herencia alemana,
casa del buen café.

Ese Cobán, la raíz de mi familia,
en el que todavía resuena el griterío de mis primos
jugando chibiricuarta y "la negra".
En el que todavía se pasea la Nissan de Doña América
y se oye hablar de Don Carlos.

Me provoca caminar por sus polvorientas calles
desbordadas de publicidad y pacas,
observar a su gente, sonriente y platicadora,
y romper la burbuja en que flota su memoria,
Suspendida...

Pues ya no son los fantasmas y las leyendas del campo las que aterrorizan a su gente
sino la impunidad descarada con la que se manejan
el sin número de rufianes que invadieron sus colinas
intoxicando el aire de miedo y desconfianza
Vaciando sus plazas, tiendas y restaurantes...

Inundando de lágrimas las mejillas de quienes lo vivimos,
y tanto ansiamos su regreso.

Wednesday 5 January 2011

Guten Rutsch!

Me llevo del año 2010:

El recuerdo de Mamita América, la ceiba noble de Chapultepec, la dulzura de su mirada, la sabiduría de sus palabras, la fortaleza de su espíritu. El Chapultepec de mi infancia que ella, junto a Papito Carlos, construyó con tanto amor y trabajo para nosotros; los innumerables recuerdos que guarda cada una de sus sombras, y su ejemplo de mujer que ilumina mi camino.

La luz de la llegada de nuestro angelito Nicole, que llegó a llenar nuestras casas de risas y alegría, y que cada día brilla más.

El brillo de las sonrisas de mi hermana Karen y Juancho, cuando ante Dios, sus familias y amigos, unieron sus vidas.

Las tardes compartidas con la Conchi en Londres, platicando, riendo y tomando café (o ron).

El olor tostado del día en que Max, con esa sonrisa de niño que tanto amo, me ofreció su amor y compañía para el resto de nuestras vidas, y colocó en mi dedo el anillo más bello del mundo.

Los colores y sabores hasta entonces desconocidos de los nuevos lugares conquistados, Reykjavik, Moscu, Berlin...

La satisfacción de trabajar en una de las empresas más exitosas del mundo, y de la historia.

Tantos momentos inolvidables compartidos con mi Tía Yani y mis primas en Londres, y con mis amigas/hermanas (del alma) en mis meses en Guate, así como la bendición de haber conocido y hecho nuevos amigos y amigas.

El gusto de haber podido viajar por Europa con el equipo desastre, el mejor equipo del mundo, pedazo enorme de mi corazón. Y la alegría de la unión con el anexo: el grupo despiste...los momentos que compartimos junto a mi nueva familia en mi segundo hogar, Klagenfurt, todos unidos, los atesoraré para siempre en mi memoria.

La mayor y más grande bendición, fortuna, suerte, felicidad, regalo: un esposo maravilloso, a quien amo y adoro, y a quien planeo hacer feliz cada día de mi vida.

El poema del abuelito de Max:

"I wish you luck
I wish you joy
I wish you a baby boy
And when his hair
begins to curl
I wish you then
a baby girl"

Tantos recuerdos y memorias obsequiadas en un año que para mí estuvo lleno de luz, en un mundo que se hunde en las tinieblas...recibo al año nuevo, agradecida por las bendiciones recibidas y con mucha ilusión de lo que es por venir, consciente de mi deuda impagable, y con el corazón repleto de chispitas para repartir.

Feliz Año Nuevo!