viernes 20

hormiguitas mañaneras, infatigables y laboriosas, con pasitos agitados recorren las colinas de mis párpados a la llegada del alba; ellas poseen energía que mi cuerpo carece, ya en día viernes. el sonido de la alarma rompe la calma que me produce flotar en mis sueños, y crea oleadas molestas imposibles de ignorar. así despierto. abro y cierro los ojos, abro y cierro: lucha entre pupila y párpado, uno que aprieta y otra que empuja. percibo a lo lejos el bailoteo cansado de la lluvia que, con la ya elevada presencia del sol, se prepara para la rendición. más que cansancio, el peso del cual mi cuerpo es rehén es el peso de la insatisfacción; cada parte de mi cuerpo se rebela a su manera, clamando, mugiendo, gritando: se trabaja para vivir, no se vive para trabajar..!

Mis muertos

1 de Noviembre- "La Fiesta de todos los Santos"; "El Día de todos los Muertos"; "El Día de los Fieles Difuntos".

Bailando al ritmo imprevisible de los años se van acumulando tus muertos; personas amadas, ausencias latentes, que cargas a peso de oro desde el día de su fallecimiento hasta el día del tuyo. Algunos pesan más, otros menos, y no es por cuánta falta hacen, sino porque como todo en esta vida, cada muerte tiene sabor propio y algunas parecen más dulces que amargas, aunque al final uno siempre queda con dolor de pansa.

No estando en Guate, ayer extrañé el fiambre, entrañé la visita al cementerio, y más que todo, extrañé el calor de la reunión familiar del 1ero de Noviembre que, para mí, marca el inicio de la época más linda del año; lo que no me hizo falta fue la ocasión de pensar en mis muertos, recordarlos con amor y nostalgia, convocar sus sabores, sus olores, su color...y así recobrar fuerzas, para cargarlos un año más.

Cómo los quiero, y cuánto los extraño, a mis muertos.